lunes, marzo 22, 2021

COVID19: ASTRAZENECA, LOS EXPERTOS Y EL TRIUNFO DEL NEOLIBERALISMO

Como todos los grandes filósofos de nuestra época están opinando del coronavirus y diciendo bobadas, no podía yo faltar a esta cita para hacer lo mismo que las mayores cabezas pensantes. Así pues, heme aquí.

Hay sin duda una polémica sobre la vacuna de AstraZeneca. Lo primero de todo es señalar que dicha polémica no es sobre las vacunas en sí mismas, nadie discute que son útiles y necesarias, sino solo sobre esta vacuna en concreto. Es decir, no se trata de algo relacionado con los ignorantes antivacunas, sino de un tema concreto.

El problema surge porque el empleo de la vacuna ha coincidido, de forma casual o causal porque todavía no lo sabemos y así lo ha reconocido la propia Agencia Europea del Medicamento de la Unión Europea este mismo jueves 18 de marzo al no poder descartar la relación, con una serie de casos mortales de trombosis. Por lo tanto, aquí el asunto es si esta vacuna debería seguir poniéndose o no ante estos casos.

Además, el problema se pone aún más interesante porque resulta que esta vacuna particular no es la única posible, sino que hay otras dos vacunas ya aprobadas y poniéndose sin tantos problemas, y que si no están con mayor disponibilidad es por la inutilidad de la UE y sus contratos secretos, y otra muy próxima. Por lo tanto, parece que habiendo más vacunas disponibles, y por un principio meramente de precaución, se debería parar la administración de la vacuna sospechosa aun cuando no se pudiera confirmar ni sus sospechas ni su inocencia. Es decir, no es parar la vacunación sino dejar momentáneamente de poner esta vacuna.

Sin embargo, lo curioso del caso es que rápidamente las instituciones gubernamentales y los conocidos como expertos, dejando de lado este principio de precaución, se han lanzado a la defensa de esta vacuna en particular. Y la pregunta es inmediata y doble: primero, ¿tienen razón al hacerlo?; segundo, ¿por qué?

Vamos a responder.

Lo primero es que a alguien le puede parecer atrevido que nos metamos en este tema. Hombre, nos dirán, usted qué sabe de inmunología… Por ello, resulta pertinente, lo primero de todo, distinguir entre decisión técnica y decisión política.

La decisión técnica es una decisión tomada exclusivamente con criterios científicos concretos sobre un tema y limitada también, por tanto, al estrecho campo de estos conocimientos. En este caso, la decisión técnica sería cómo hacer la vacuna, yo no tengo ni idea, y si la vacuna se debe aprobar de acuerdo a los requisitos fijados por esos mismos técnicos.  Sin embargo, la decisión política refiere a la toma de decisiones qué atañe al ámbito social y, por lo tanto, a lo general y a la vida de las personas en cuanto a ciudadanos. En este caso, refiere en concreto a si los casos acaecidos en relación a la vacuna de AstraZeneca, varios mortales, son o no relevantes a la hora de parar esta vacuna aduciendo el ya citado principio de precaución. Es decir, la decisión política guarda relación con aquello que atañe a las personas en cuanto a ciudadanos mientras que la técnica a una especificidad muy concreta.

Así pues, cuando los expertos hablan sobre la vacuna de AstraZeneca podrán hablar efectivamente con más conocimiento, sin duda alguna, de sus aspectos técnicos, limitados al contenido científico de la ciencia correspondiente, pero en cuanto a las decisiones políticas sobre la misma vacuna tendrán la misma fiabilidad a priori y el mismo derecho a opinar que cualquier otro ciudadano. Los expertos, por tanto, podrán afirmar con pleno conocimiento sobre cómo hacer la vacuna y si se debe aprobar o no, pero su opinión sobre si es asumible un riesgo estadístico determinado, es decir: cuántas muertes de ciudadanos son admisibles en la dispensación de determinada vacuna, tendrán la misma autoridad intelectual a priori que mi opinión o la de usted. Porque este último tema ya no lo tratan como expertos en virus o microorganismos, sino que están hablando como ciudadanos y sobre ciudadanos. Escapa, por consiguiente a su campo de acción como tales expertos. Y todavía, aunque no duden que saldrá pronto en el mercado universitario una vez que ya hay chorraditas como experto en ética, no hay una especialidad en Ciudadanología.

Pero obsérvese que hemos utilizado la expresión tendrán la misma autoridad intelectual a priori que mi opinión o la de usted. Efectivamente, no estamos diciendo que todas las opiniones, en concreto en este caso sobre si se debería o no de continuar con la vacunación de AstraZeneca, sean igualmente válidas. Al contrario, decimos que apriori todo ciudadano, al tratar un tema de ciudadanía y no de especialización, podrá opinar con el mismo derecho previo sobre dicho tema. Pero una vez afirmado algo, a posteriori, podremos analizar o no su verdad o razón. O dicho de otro modo, el principio de autoridad no debe ser aquí admitido pues no hay autoridad previa alguna en cuestiones de ciudadanía, esto es: política. Todos hablamos, a priori, desde el mismo nivel y luego nuestras opiniones serán interesantes o idioteces.

 De esta manera, por supuesto deberemos conocer e interesarnos por la opinión de los expertos en su campo de especialización, y ahí tendrán un principio de autoridad a priori aunque luego pueden lógicamente equivocarse, pero una vez fuera de él, tendrán la misma autoridad que cualquier otro ciudadano.

Sin embargo, y esto es interesante, lo que se está haciendo es crear un clima en el cual el experto, por el hecho de ser experto, tendrá siempre la razón ante cualquier tema. Y así el inmunólogo, o todavía más ridículo el experto en bioética y moral, será quien deba tener la única voz para decidir cuánta proporción estadística de muertos es admisible o no en este proceso de vacunación. Y esto es lo interesante del tema. La tendencia a construir la política, es decir: las cosas que atañen directamente a la ciudadanía, en materia exclusiva de expertos. Es decir, reutilizar el esquema que ya se usó durante la crisis económica para recortar derechos sociales, económicos y políticos bajo el amparo de la opinión experta.

Digamos ya la tesis. La epidemia de COVID19, como antes ocurrió en la crisis económica, está siendo aprovechada para crear las condiciones necesarias para la implantación definitiva del Neoliberalismo como forma de gestión económica del Capitalismo. Y este tema de la glorificación de los expertos no es ajeno, aunque por supuesto no sea el único, a esta decisión política. Porque una clave del Neoliberalismo es acabar con la intervención democrática, es decir: ciudadana, en el campo económico, y de ahí tanto interés en los expertos. Se está construyendo así un estado general de opinión donde el experto, acuérdense de los hombres de negro, deben dirigir la política. Y el siguiente paso será eliminar ciertas cuestiones políticas, económicas y sociales de la acción de la política, limitando con ello la democracia, bajo la excusa de que son cuestiones de expertos. Es, en definitiva, el fin de la democracia.

Pero esto, ya lo analizamos el próximo día.

1 comentario:

loli loligo dijo...

D. Enrique, en esta ocasión en lo que puedo estar de acuerdo con Ud. es que cualquier circunstancia es utilizada para hacer negocio.
Y de sobra es sabido que las farmacéuticas son de las entidades más despiadadas que existen, y si pueden hundir a los demás lo harán.
Más allá de la habitual inutilidad que pueda prevalecer en la UE sí he de decirle que la gran mayoría de empresas farmacéuticas están destinando todos sus recursos a coronavirus. Han dejado de producirse líneas enteras de fármacos (lo estoy sufriendo en primera persona, las líneas veterinarias están bloqueadas, y hay fármacos que faltan al completo) para centrarse en todo lo que tenga que ver son el virus, desde lo más simple, las jeringuillas o los viales, a componentes, coadyuvantes, etc.
Y es que hay una única prioridad, y es técnica, y siento decirlo, pero en este caso el condicionamiento técnico se impone a la decisión política. Me explico.
Da igual la vacuna, lo fundamental es que toda la población (a ser posible a nivel mundial) esté vacunada simultáneamente lo antes posible. Cualquier demora solo otorga ventaja evolutiva al virus, la vacuna pasaría a convertirse en un selecionador natural de cepas alternativas viables convirtiendo a las vacunas en inservibles. Las vacunas han de actuar como cortafuegos, impedir que el virus se propague y, con ellos que aparezcan cepas. De ahí la prioridad vital de vacunar con lo que sea.
Obviamente siempre que haya superado los niveles de seguridad, y AstraZeneca ha cumplido.

Pero qué ocurre con los casos de trombosis, qué pasa con el principio de cautela, realmente se incumple? No, no sé incumple, y como ya he comentado la prioridad es la vacunación masiva.
Veamos el tema de las trombosis...le suena a Ud. la heparina? bien es un anticoagulante, de uso muy cotidiano, en cualquier cirugía, tras ella, o cuando se tiene una vía puesta y antes de inyectar lo que sea quitan el taponcito inyectan algo para limpiar...ese algo es heparina...seguro que alguna experiencia con ella ha tenido, yo sin ir más lejos le he inyectado a mi madre en numerosas ocasiones. Bien, pues sin que a nadie le hayan avisado de nada la heparina está igualmente relacionado con un síndrome de trombocitopenia con cierto parecido al visto "tras la vacuna", pero eso sí, con una incidencia mucho mayor...sin embargo nadie se escandaliza, de hecho ni te lo menciona el médico...
Le paso unos datos:
“Síndrome de Trombocitopenia Protrombótica Inmune Inducida por la Vacuna” (VIPIT), y explican que esa “inusual” combinación de síntomas (coágulos sanguíneos generalizados y un recuento bajo de plaquetas, a veces con sangrado) es muy similar a un efecto secundario poco común de la heparina, llamado Trombocitopenia Inducida por Heparina (HIT).
- ocurre en 1 entre 1 millón (el VIPIT)..."
https://www.niusdiario.es/ciencia-y-tecnologia/ciencia/hematologos-alemanes-descubren-causa-trombos-relacionados-vacuna-astrazeneca-sabemos-identificarlo-tratarlo_18_3114045352.html


"Cuando los anticuerpos están presentes pueden causar trombosis venosa y/o arterial en un tercio a la mitad de los pacientes que manifiestan TIH.
Gran parte de los casos pueden ser de gravedad clínica considerable, conduciendo a un desenlace fatal2.
heparina no fraccionada (HNF) y la heparina de bajo peso molecular (HBPM) son los anticoagulantes más utilizados en pacientes hospitalizados. La incidencia de TIH en esos pacientes se estima entre <0,1% y el 7%,..."

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-practica-5-articulo-trombocitopenia-inducida-por-heparina-cuando-S2603924919300886

Observe los %, no digo más.

Así que tiene más pinta de guerra farmacéutica que de problema real, eso sí, en el momento que en algo tan serio sueltas estás "dudas" el daño está hecho.