Cuando yo era niño los estadios de fútbol eran sitios más cordiales. Allí no había sección ultras y se podía comprar y beber alcohol: una cervecita o un coñac. Recuerdo, la publicidad de uno famoso en el estadio: 501 su calorcillo.
El periódico Público anuncia que 500 intelectuales madrileños -ojo ¡500!- encabezados por el intelectual argentino Pérez Esquivel -no sé si quedan 499 firmantes o aún 500- han firmado un documento exigiendo al estado que claudique ante los terroristas de ETA. Bueno, Rajoy ya empieza también: no duda en quitar derechos laborales a los trabajadores; a los de ETA, con cariño.
Pero volvamos a lo nuestro.
Exclamemos
Signos de admiración
Signo de admiración
Signo de admiración
Quinientos
Cerrar signo de admiración
Cerrarlo
Ya.
No creo que ni en la Atenas clásica - o incluso en cualquier autonomía española- llegara a haber, como afirma Público, tanto intelectual por metro cuadrado. Por poner otro ejemplo, para el quinto congreso Solvay, donde se congregaron los principales científicos de la época en 1927 -y con ellos seguramente muchos de los fundamentales de la historia- solo lograron reunir a veintinueve: qué pocos. Sin embargo, en Madrid hay al menos 500. O sea, nos sobran aún 471 intelectuales.
Y yo, modestamente, espero sentirme el 501.
Como el coñac: su calorcillo.
O como el coñá, que es como lo decimos los que no estamos en esos 500.
O, se me olvidaba y lamento mi lenguaje machista, el coñá y la coña.
2 comentarios:
las únicas cosas que hago todos los días y que no me dejan la sensación de haber perdido el tiempo, son charlar con mi señora y mi hija, acariciar a mi perra y leer sus comentarios.
Gracias por regalarnos su ingenio.
Un Oyente de federico
Que profesor me he perdido por no haber nacido un poco antes...
Un alumno del Duque de Rivas
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