Durante
tres días disfrutamos una conmemoración de la Filosofía.
Hemos
realizado distintas actividades, acciones, charlas y talleres para que la Filosofía no sea mera pieza erudita de
biblioteca, la paz perpetua de los
cementerios. Ahora,
parecería que una vez acabadas estas jornadas deberíamos retroceder a nuestra
autosatisfecha caverna para volver a contemplar el mundo desde lejos. Sin
embargo, eso sería traicionar estas jornadas, eso sería traicionar al propio
ideal de la Filosofía. Por
esto, lejos de retirarnos hacemos aquí el compromiso no sólo de volver sino de
seguir teniendo presencia cada día.
Reivindicamos
la presencia de la Filosofía en la sociedad porque es necesaria una reflexión
social y política que vaya más allá de
la razón instrumental que considera solo lo útil y que reduce la política a la
mera gestión de lo que ya hay. Efectivamente,
lo útil solo se entiende desde una sociedad ya establecida y pensar solo pragmáticamente sobre lo social implica
dar como realidad inamovible dicha sociedad sin importar su justicia. Nosotros,
sin embargo, al reivindicar la Filosofía queremos ser radicales y, por ello,
plantear las cosas desde su raíz: queremos reflexionar sobre nuestra
convivencia. Queremos en definitiva aquello que siempre ha hecho la historia de
la Filosofía: plantearnos no sólo la gestión social sino también su justicia.
Reivindicamos
la presencia de la Filosofía en la escuela. La nueva ley educativa del Partido
Popular, la LOMCE, recorta brutalmente
la enseñanza de la Filosofía. En la búsqueda de una educación para
formar productores, clientes y siervos la Filosofía resulta inútil. Nosotros,
por el contrario, al reivindicar la presencia de la Filosofía en nuestras
escuelas lo hacemos porque creemos que la educación debe servir para formar
ciudadanos de una democracia: con pensamiento crítico y autónomo. Reivindicamos
la Filosofía en nuestros institutos y colegios porque la Filosofía es escuela
de democracia.
Reivindicamos
la presencia de la Filosofía en la vida. Lo cotidiano se ha convertido en la
identificación pura de los individuos con los objetos de consumo, donde todo,
incluida su propia existencia, se
realiza como utilidad y mercancía identificada con la vida propia. Nosotros,
defendemos la presencia de la Filosofía como aquello que permita al individuo
plantearse el sentido de cada instante
de su existencia. Reivindicamos la Filosofía como algo no solo académico sino también mundano: una
persona que se cuestiona su propia vida
y el mundo que le rodea.
Durante
tres días hemos estado realizando una conmemoración de la Filosofía. Pero esta
conmemoración no tiene la intención de
entierro sino de cumpleaños. Cumpleaños que deseamos celebrar anualmente,
pero al tiempo cada día.
Reivindicamos
así la Filosofía cada año, cada mes y cada día. Al menos hasta que el mundo
cumpla el ideal que ella misma encierra: sujetos con pensamiento crítico y
autónomo en un mundo libre y justo.
Vuela alto. Piensa libre.
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